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Anita Charton

Anita Charton (6 de septiembre de 2021)

Fotografía de Anita Charton de mediana edad

Foto hacia el cielo dentro del desértico cañón rojizo Antelope

En el verano de 1986 dos mujeres jóvenes unidas por el destino se conocieron por primera vez en la estación de tren de una pequeña ciudad en el sur de Alemania. Apenas sabían que el impulso de la Biografía era quien había unido sus caminos, y tampoco lo que su encuentro significaría para ambas y para muchas otras personas en los años venideros.


Estas dos mujeres eran Ludi Bellot y yo, Anita Charton. En el momento en que nos conocimos yo trabajaba como psicóloga en un centro antroposófico para la rehabilitación de la drogadicción que estaba en un hermoso y remoto paraje natural, cerca del Lago Constanza, cuyo nombre de cuento de hadas era "Sieben Zwerge" ("Los siete enanitos"). Estaba ahí porque quería saber cómo era vivir y trabajar dentro de una institución antroposófica y porque quería encontrar una nueva forma de aplicar el Trabajo Biográfico dentro del desarrollo personal y la sanación.


Fotografía de Ludi Bellot de mediana edad

Ludi Bellot

Ludi quería prepararse para llevar a España el trabajo antroposófico para la rehabilitación de la drogadicción. Y fue la misma doctora que había inspirado a Ludi años atrás, quien me ofreció un espacio de confianza donde poner a prueba lo que el Trabajo Biográfico podía hacer por sus pacientes. Por aquel entonces el Trabajo Biográfico era un recién nacido y muchas personas lo miraban con escepticismo.


Tanto Ludi como yo tuvimos que dar algunas vueltas en nuestras vidas antes de que la vida misma nos volviera a reunir. Pero dejo a Ludi que os cuente su historia para enfocarme ahora en la mía.


Fotografía de Rudolf Steiner de mediana edad

Rudolf Steiner

Conocí la Antroposofía en el último año de mis estudios en Psicología en la Universidad de Heidelberg, mientras escribía un ensayo sobre educación alternativa. Durante mi investigación me topé con una cita de Rudolf Steiner en un folleto de una escuela Waldorf en donde afirmaba que los niños no tenían que educarse para la sociedad, sino que la educación estaba ahí para ayudar a que la individualidad de los niños pudiera realizarse, y que estas individualidades serían quienes ayudarían a dar forma a la sociedad. Esto, al menos, es como recuerdo el contenido de la cita. Me chocó e impresionó hasta tal punto que apunté a mi hija, entonces todavía un bebé, en dicha escuela, dispuesta a averiguar quién era Rudolf Steiner y que tipo de filosofía representaba.


Galaxia con brazos en espiral

Me llevó unos cuantos años más y un viaje a Australia con una de las grandes obras de Steiner en mi maleta, “Cómo alcanzar el conocimiento de los mundos superiores”, para que el impacto de lo que encontré se apoderara por completo de mí. Cuando leí el libro, mi búsqueda espiritual -que me había llevado a estudiar varias corrientes esotéricas- encontró finalmente un hogar. Las palabras de Steiner tocaron lo más profundo de mi ser y transformaron mi vida.


Como "lo que estamos buscando también nos busca", me topé con un póster en el que la sociedad antroposófica en Brisbane invitaba a una charla sobre "Las dos caras del mal". Por supuesto fui y, para no alargar la historia, después de unos meses decidí hacerme miembro de esta sociedad antroposófica. Retrospectivamente, todavía me asombra que tuviera que ir literalmente al otro lado del mundo para dar este paso. Y al dar este paso tomé también la decisión de que, fuera el que fuera el trabajo que llevara a cabo en el futuro, guardaría coherencia con mis valores internos y con una imagen del ser humano que comprende cuerpo, alma y espíritu en constante evolución.


Volví a Alemania con el objetivo de convertirme en una psicoterapeuta antroposófica. No fue tan fácil, como pude comprobar. La psicoterapia antroposófica no existía en aquella época. Lo más parecido que pude encontrar fue un curso de dos semanas en un lugar llamado "Centro para el Desarrollo Social" -(Centre for Social Development - CSD) en Inglaterra - un centro internacional de educación para adultos fundado por Chris Shaefer y Coenraad van Houten, colaboradores de Bernard Lievegoed, pionero holandés y antropósofo que dio vida al Trabajo Biográfico entre otras muchas iniciativas sociales.


El CSD era una mansión inglesa de campo increíble, con una pesada puerta de madera que conducía directamente a una sala de reuniones. Cuando esta puerta se abría, uno nunca sabía quién y de qué rincón del mundo entraría. Como para muchos otros se convirtió en mi hogar espiritual, donde encontré lo que tenía que aportar al mundo. Coenraad van Houten fué mi principal maestro. Me dio una nueva visión sobre la sanación y abrió una puerta en mi interior. Escuchándole descubrí que lo que me interesaba aún más que la psicoterapia era ayudar a que las personas desarrollaran nuevas facultades sociales a través del trabajo con los contenidos de su propia biografía, facultades que servirían al desarrollo del "yo" individual y con ello al desarrollo posterior de la humanidad en su conjunto. En los 7 años siguientes me convertí en una alumna regular del CSD.


Un hombre y una mujer sentados en un banco, de espaldas, mirando hacia un parque invernal

Recuerdo especialmente dos viajes en avión de vuelta a Alemania. Estando en "lo alto del cielo", tras asistir a un seminario de dos semanas sobre "La conversación de ayuda", nació en mí el impulso de abrir mi propia consulta privada de psicoterapia y de trabajar con la gente con mis nuevos conocimientos antroposóficos. Recuerdo también preguntarle a Paul von der Heide, que en aquel momento era el médico jefe del departamento psicosomático de la Filderklinik, uno de los mayores hospitales antroposóficos de Alemania, si con mis recientes conocimientos de la Antroposofía estaba moralmente "autorizada" a hacerlo. Su respuesta fue como una chispa que encendió mi fuego interior. Recuerdo que me dijo: "El trabajo que vas a hacer es importante y necesario. Si yo y otros tres hombres jóvenes no hubiéramos hecho lo mismo que vas a hacer tú, la FilderKlinik no existiría. Te enviaré pacientes". Y lo hizo...


Grupo sentado en círculo en sillas de madera, en sala moderna

Y el segundo impulso que tomó tierra en mi conciencia estando en un avión - después de una semana sobre "Cómo trabajar con la Biografía"-, fue el de llevar los Talleres de Biografía a Alemania junto con otras tres personas que había conocido en el CSD. Esto ocurría en 1984, una época en la que nadie había oído hablar de algo así en mi país. Llena de entusiasmo pregunté al colaborador encargado de los eventos del "Forum 3", un conocido centro social de Stuttgart (Alemania), si podíamos organizar un Taller de Biografía allí, y sin la menor duda acepté su respuesta: la propuesta le resultaba interesante pero, como no entendía muy bien de qué se trataba, quería participar él mismo en el taller para poder sopesar si lo que hacíamos se correspondía con los objetivos del Forum. En caso de no ser así se devolvería el dinero a los participantes. Y así se llevó a cabo un primer taller de biografía con nueve participantes y cuatro guías. Fue el primero de muchos más y para mí, personalmente, el comienzo de un trabajo en paralelo: grupal e individual.


Cuando a petición mía y de otros el CSD puso en marcha un curso de formación inicial de "Counselling (Asesoramiento) desde la Antroposofía", yo fui una de las participantes. Era un curso de tres bloques, a tiempo parcial y durante tres años consecutivos. Ludi se había convertido en mi colega en "Sieben Zwerge" entre el bloque 1 y el bloque 2. Empezamos a hacer Trabajo Biográfico juntas, y si ella no hubiera estado allí para poder hacerse cargo durante mi ausencia del grupo de pacientes del que yo era responsable, no hubiera obtenido permiso para ausentarme.


Caño de fuente, de madera, de la que sale un chorrito de agua

A los 40 años se cumplió uno de mis sueños. Me pidieron que me incorporara a la plantilla del CSD y que me encargara de seguir desarrollando el curso de Counselling que acababa de terminar. Di un salto al vacío dejando que mi entusiasmo reemplazara mi pericia profesional como formadora. Le pedí a Margli Matthews que se uniera a mí y juntas desarrollamos lo que se convirtió en la primera formación completa de Counselling Biográfico..


Fotografía de Bernard Lievegoed anciano

Bernard Lievegoed

Poco antes de mudarme a Inglaterra con mi hija de 13 años, Ludi, que por entonces ya estaba de vuelta en España y que había participado en los Seminarios Biográficos de Gudrun Burkhard de Brasil, le habló a Gudrun sobre mí y sobre mi trabajo. Y así fué como me invitaron al primer encuentro internacional de Trabajadores Biográficos en la sección médica del Goetheanum, donde también conocí a Bernard Lievegoed, que entonces ya tenía más de 80 años. Todos sentimos que en su último viaje al Goetheanum nos entregó su legado, y siempre recordaré su petición de no pretender nunca tener "el método correcto" para el Trabajo Biográfico. "La forma en que cada uno de vosotros practique el Trabajo Biográfico", dijo, "dependerá de vuestro karma, y cuando transforméis vuestra propia biografía en un instrumento atraeréis a los clientes que tendrán que conoceros”. Este encuentro dio lugar a las Conferencias Internacionales de Biografía que, desde entonces, se llevan celebrando cada dos años en el Goetheanum de Suiza y en otros países.

Fotografía de Gudrun Burkhard alrededor de los 70 años

Gudrun Burkhard


Gurdrun Burkhard me invitó a enseñar en su Escuela de Formación en Biografía en Brasil y en el mismo año Ludi me invitó a enseñar en España. Así que en 1996 comenzó mi historia de amor, como docente, con estos dos países que corrieron paralelamente durante muchos años. La de España aún continúa hoy en día.


En España empecé dando un seminario sobre el "aprendizaje del destino" en la Casa San Martín de Cañicosa (Segovia) dirigida por cuatro monjas antroposóficas muy impresionantes. Y de allí en adelante impartir talleres en España fué parte de mi agenda anual. Los seminarios abiertos del principio se fueron convirtiendo en un curso de formación continua para los participantes que, gracias a los talleres de biografía impartidos por Gudrun Burkhard en España, ya tenían una comprensión básica de las leyes biográficas y querían incluir el trabajo biográfico en su profesión. Cuando recuerdo ese pequeño grupo de mujeres entusiastas y decididas que se movieron junto a mí a través de diferentes temas y desde diferentes partes de España, me vienen a la mente Carmen Flores, Nicole Gilabert, Cristina Conde, Mila Puertas, Carmen Ruiz y Pilar Altamira, aparte de Ludi, por supuesto, discutiendo apasionadamente en cada encuentro la posibilidad de crear una Formación de Biografía completa en España.

Fotografía de Casa San Martín nevada

Casa San Martín. Cañicosa.


Mi español de entonces no era lo suficientemente bueno como para entender lo que estaban hablando entre sí. Sin embargo, podía sentir el fuego español inflamarse tanto que siempre pensaba: "Ya está. El grupo se ha roto. No volveremos a encontrarnos". Pero continuamos, el fuego español de las discusiones que tenían lugar no era destructivo, al contrario, se convirtió en el combustible necesario para que creciera la llama. El grupo se amplió cuando Karen Armbruster se unió junto con otros participantes que se habían formado en Trabajo Biográfico con Blanca Sánchez de Muniain, una de mis compañeras de estudio en el CSD, y mis seminarios encontraron un hogar en Camorritos. Primero en el Jardín de Infancia Waldorf local, y luego en "El Abedul", en un centro de cursos recién construido en la finca de la familia de Karen.







Encuentro de biografas en Calpe con Anita

Me encantan mis viajes anuales de enseñanza a España. Desde el principio sentí una fuerte conexión con el país y con todos los que participaron de mis cursos, muchos de los cuales se han convertido en amigos muy queridos y en una fuente de inspiración mutua. Los temas que impartí abarcaron una amplia serie de habilidades y contenidos biográficos necesarios para el ejercicio profesional de la conversación biográfica. A lo largo de los años pude también seguir y acompañar un buen número de historias personales de vida de los participantes. Muchos de esos encuentros y conversaciones profundamente significativas tuvieron lugar durante los tiempos de descanso dentro de los seminarios. Paralelamente a la formación impartida, pintábamos, cantábamos, nos movíamos y bailábamos juntos; hacíamos uso de todos los medios artísticos disponibles para avivar nuestros respectivos temas.


Y.... finalmente sucedió. Nació la formación en España. Karen Ambruster, junto a Enrique Costa, tomó el liderazgo y yo me sentí llena de alegría por haber estado allí como una especie de comadrona y por haber podido, no sólo acompañar el proceso de nacimiento, sino seguir su desarrollo de cerca. Sorprendentemente, junto a la formación en Camorritos, surgió una formación hermana en Gran Canaria dirigida por Sandra Bermejo y Eugenia de Luís en la que tuve también el placer de contribuir.




2016. Taller final de las formaciones de Camorritos y Gran Canaria con Anita



Dos manos entrelazadas

La formación en Gran Canaria fue en aquel tiempo un evento único. Sin embargo la formación en trabajo biográfico de tres años de duración iniciada por Karen siguió prosperando. Esta vez dentro de la Asociación del Fruto de la Rosa con el apoyo de Rosa María Mercadé y la ayuda de Paula Sánchez de Muniain y Alfonso Domingo. Karen está representando la formación en el ITF (Foro Internacional de Formadores para la Formación en Biografía) cofundado por mí como un órgano profesional de la sección general de la Sociedad Antroposófica, que vincula el impulso de la biografía con la obra esotérica de Rudolf Steiner.

También pude presenciar con alegría cómo en 2008, a partir de un esfuerzo conjunto de los fundadores del Trabajo Biográfico en España y de algunos de los estudiantes ya graduados, se fundó una asociación profesional para el Trabajo Biográfico de Orientación Antroposófica en España (A.T.B.O.A.E). Una proeza que corría en paralelo con lo que estaba ocurriendo en otros lugares del mundo en cuanto al desarrollo de formaciones en Biografía y asociaciones profesionales para el Trabajo Biográfico.

Para mí, personalmente, ha sido un placer presenciar y coparticipar del momento en que el impulso biográfico pasó de ser un pequeño arroyo a una corriente creciente que está echando raíces en muchos corazones y países diferentes, haciendo una importante contribución al desarrollo que necesita tener lugar, al nivel de lo humano, para que la humanidad pase a su siguiente fase. Una fase en la que, cuando el desarrollo de nuestra autoridad interior y de nuestro yo está siendo atacado cada vez más, corriendo el peligro de ser derribado por un control exterior tecnológicamente administrado que intenta determinar coercitivamente cómo será el futuro de nuestro mundo, cada uno de nosotros afrontará la tarea de definir lo que significa ser humano y de permanecer fuertemente unidos en nuestra humanidad compartida.







Traducción: Marta Battistella y Yolanda Álvarez

Corrección de estilo: Yolanda Álvarez

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